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Clamidia: Prevención, Síntomas y Tratamiento

Dibujo en colores vibrantes de un hombre y una mujer jóvenes, con cara pensativa, pensando en la infección por clamidia, cómo prevenirla y cómo tratarla en caso de contraerla.
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La clamidia es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes y puede afectar tanto a hombres como a mujeres. A menudo, esta enfermedad es asintomática, lo que dificulta su detección y tratamiento oportuno. Sin embargo, si no se trata, la clamidia puede causar complicaciones graves, incluyendo infertilidad. En esta guía completa, exploramos todo lo que necesitas saber sobre la clamidia: cómo prevenirla, identificar sus síntomas y los tratamientos disponibles. Esta es tu guía completa sobre la infección por Clamidia.

¿Qué es la Clamidia?

La Clamidia es una infección bacteriana que se transmite sexualmente y es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes.

La Clamidia es especialmente prevalente entre jóvenes adultos y adolescentes, lo que subraya la importancia de la educación y el diagnóstico precoz en esta población.

Las infecciones por Clamidia en España están creciendo a un ritmo vertiginoso en los últimos años por lo que es fundamental entender cómo se transmite para poder prevenirla adecuadamente, y tratarla a tiempo correctamente.

¿Clamidia o Candidiasis?

Distinguir entre Clamidia y Candidiasis es crucial debido a las diferencias en su tratamiento. Mientras que la Clamidia es una ITS bacteriana, la Candidiasis es una infección por hongos pero no es una infección de transmisión sexual. Ambas pueden presentar síntomas similares en mujeres, como picazón o secreción vaginal, pero su origen y tratamiento son distintos. El diagnóstico correcto es esencial para un tratamiento efectivo y para evitar complicaciones a largo plazo.

¿Clamidia o Gonorrea?

Clamidia y Gonorrea son ambas ITS causadas por diferentes bacterias y pueden presentar síntomas similares, incluyendo dolor al orinar y secreción. Sin embargo, sus tratamientos difieren significativamente. La confusión entre estas dos enfermedades puede llevar a tratamientos inadecuados y al desarrollo de resistencia a los antibióticos, lo que hace que la identificación precisa sea fundamental. Además, en ocasiones pueden aparecer las dos infecciones a la vez.

¿Cómo se transmite la Clamidia?

La Clamidia se transmite principalmente a través del contacto sexual, incluyendo sexo vaginal, anal y oral. Esto significa que cualquier persona sexualmente activa está en riesgo, especialmente aquellos que no utilizan un método de barrera como los preservativos. 

También es posible, aunque menos común, que una madre infectada transmita la enfermedad a su bebé durante el parto. Esta forma de transmisión subraya la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno en mujeres embarazadas.

¿Quién pega la Clamidia?

Cualquier persona sexualmente activa puede contraer Clamidia, independientemente de su género o orientación sexual. Sin embargo, se observa una mayor incidencia en jóvenes de 15 a 24 años. Esto se puede atribuir a varios factores, incluyendo una mayor probabilidad de tener múltiples parejas sexuales y una menor probabilidad de usar protección de manera consistente, ambos factores de riesgo para contraer una ITS. 

Se consideran factores de riesgo para tener una infección por Clamidia y/o cualquier otra ITS: tener menos de 25 años, haber tenido un nuevo contacto sexual en el último año y haber tenido más de una pareja sexual en el último año.

Por este motivo, se recomienda realizar un test de detección anual en todas las personas sexualmente activas de menos de 25 años. 

Además, dado que una persona que haya tenido una infección por Clamidia tiene 2 a 6 veces más probabilidades de volver a tener una infección por Clamidia, y que además aumenta el riesgo de tener complicaciones derivadas de la infección, se recomienda realizar un test de Clamidia a todas las personas que hayan tenido un test de Clamidia positivo previamente en los 3 a 6 meses previos.

Clamidia en parejas estables

Existe el mito de que la Clamidia solo afecta a personas con múltiples parejas sexuales, pero esto no es cierto. Incluso en relaciones monógamas y estables, si uno de los miembros estuvo expuesto a la infección antes de la relación, puede transmitirla a su pareja. Por lo tanto, la comunicación abierta y las pruebas regulares son esenciales, incluso en relaciones a largo plazo. Hemos escrito un post específico sobre la infección por Clamidia en parejas estables.

¿Cuáles son los Síntomas de la Clamidia?

Clamidia sin síntomas

Un primer punto. a tener en cuenta es que la mayoría de las personas con Clamidia no experimentan síntomas visibles. Esto es particularmente común en mujeres, donde hasta el 70% de los casos pueden ser asintomáticos. En hombres, esta cifra es ligeramente menor, pero aún significativa. Esta característica hace que muchas personas infectadas no sean conscientes de que tienen la infección y, por lo tanto, no busquen tratamiento, lo que facilita la transmisión a otras personas y aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Clamidia en el hombre

En hombres, cuando se presentan, los síntomas de la Clamidia incluyen una sensación de ardor al orinar, secreción del pene y, en ocasiones, dolor e inflamación en uno o ambos testículos. Estos síntomas pueden ser leves y pasarse por alto fácilmente, o confundirse con infecciones urinarias, lo que puede llevar a un retraso en el tratamiento específico para la Clamidia.

Clamidia en la mujer

En mujeres, los síntomas pueden incluir dolor al orinar, aumento de la secreción vaginal y dolor abdominal o en el área pélvica. La infección también puede provocar sangrados vaginales irregulares, fuera de las menstruaciones o después de las relaciones sexuales. Estos síntomas, cuando aparecen, a menudo se confunden con infecciones vaginales comunes, lo que puede llevar a un retraso en el diagnóstico y tratamiento adecuados.

Además, cuando la infección no se trata, puede progresar y causar complicaciones serias, como la enfermedad inflamatoria pélvica, en la que la infección afecta a todo el aparato genital, incluyendo el útero y las trompas, pudiendo dejar secuelas como una infertilidad.

¿Clamidia en la garganta?

La Clamidia también puede afectar la garganta, generalmente como resultado del sexo oral con una pareja infectada. Los síntomas en la garganta son raros, pero pueden incluir dolor al tragar o una sensación de inflamación.

Otros síntomas de la Clamidia

Además de los síntomas ya mencionados, la Clamidia puede manifestarse de otras maneras. Por ejemplo, puede causar conjuntivitis si los ojos entran en contacto con una zona infectada. También puede causar rectitis, que es una inflamación del revestimiento del recto, especialmente en casos de prácticas sexuales anales con una pareja infectada. Estos síntomas menos comunes son igualmente importantes y requieren atención médica.

¿Qué otros problemas puede causar la Clamidia?

La Clamidia no tratada puede causar una serie de complicaciones graves. En mujeres, puede conducir a enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), un problema grave que puede afectar la fertilidad y acabar produciendo dolor pélvico crónico. En hombres, puede causar epididimitis, una inflamación dolorosa de los conductos espermáticos que también puede afectar la fertilidad.

¿Cuándo aparecen los síntomas de la Clamidia?

Cuando la infección cursa con síntomas, generalmente lo aparecen entre una y tres semanas después de la infección, pero pueden aparecer antes. Sin embargo, como muchos casos son asintomáticos, no se puede confiar en la aparición de síntomas para diagnosticar la enfermedad.

¿Cómo se detecta la Clamidia?

La Clamidia se detecta a través de pruebas de laboratorio, que pueden incluir análisis de orina o toma de muestras de las áreas potencialmente infectadas, como el cuello uterino, el recto o la garganta. Estas pruebas son rápidas, relativamente sencillas y son el único modo de confirmar la presencia de la infección, especialmente en ausencia de síntomas.

¿Cuándo hacerse la prueba para la infección por Clamidia?

Se recomienda que cualquier persona sexualmente activa se realice pruebas de Clamidia regularmente, especialmente aquellas con nuevas parejas sexuales o múltiples parejas.

Además, es importante realizar pruebas después de haber tenido relaciones sexuales sin protección con una nueva pareja.

La infección por Clamidia tiene un periodo de incubación que puede ser de 1 a 3 semanas después del contacto sexual no protegido. Se recomienda por lo tanto realizar el test 1 a 2 semanas después del contacto sexual para poder detectar la bacteria con precisión. Se puede, por supuesto, hacer la prueba antes de ese tiempo, pero si saliera negativa, se recomienda repetirla una vez pasado el periodo de prueba. Una prueba negativa realizada demasiado pronto no descarta la infección.

¿Cómo se cura la Clamidia?

La infección por clamidia generalmente se cura completamente con el tratamiento adecuado.

El tratamiento estándar para la Clamidia es un curso de antibióticos. Los más utilizados son la azitromicina y la doxiciclina. Aunque hasta hace poco las guías clínicas internacionales recomendaban realizar un tratamiento con Azitromicina en dosis única, el aumento de resistencias ha hecho que ahora se recomiende realizar un tratamiento con Doxiciclina durante 7 días. En la mayor parte de los casos, es suficiente con hacer el tratamiento con el antibiótico en pastillas, sin necesidad de hospitalización. 

¿Cuándo se cura la Clamidia?

Generalmente, los síntomas desaparecen en pocos días después del inicio del tratamiento, pero es crucial completar el curso completo de medicamentos para asegurar la eliminación de la infección. 

Además, es fundamental abstenerse de tener relaciones sexuales durante el tratamiento; y si las dos personas de la pareja están haciendo tratamiento, no se deben mantener relaciones sexuales hasta que ambas hayan terminado el tratamiento. De esta forma, se evita la propagación de la infección.

En la mayor parte de los casos, no se recomienda realizar un test después del tratamiento para comprobar que se ha eliminado la infección. Pero, en caso de realizarse, es importante esperar 4 semanas después de haber completado el tratamiento para hacerlo ya que de hacerlo antes se podría obtener un resultado falso positivo: el test saldría como positivo a pesar de estar eliminada la infección. Esto se debe a que pueden permanecer fragmentos de ADN de las bacterias durante unas semanas, que aún siendo inactivas y no provocar infección, sí son detectadas por las pruebas diagnósticas.

¿Puedes reinfectarte por Clamidia?

Aunque la Clamidia se puede tratar y curar, no confiere inmunidad, lo que significa que una persona puede volver a infectarse si se expone nuevamente a la bacteria. Por lo tanto, la prevención a través de prácticas sexuales seguras sigue siendo fundamental.

¿Qué pasa si no se trata la Clamidia?

Aunque un porcentaje de casos de Clamidia desaparece espontáneamente sin tratamiento, no se recomienda dejar la infección sin tratar ya que la Clamidia puede provocar daños permanentes, incluyendo infertilidad y dolor crónico en ambos géneros. Además, aumenta el riesgo de contraer otras ITS, como el VIH, así como de transmitir la infección a otras personas.

¿Cómo prevenir la Clamidia?

Prevenir la clamidia y otras infecciones de transmisión sexual es fundamental para mantener una buena salud sexual. Estas son estrategias efectivas para reducir el riesgo de contraer clamidia:

  1. Uso consistente de preservativos:
    El uso correcto y consistente de preservativos durante las relaciones sexuales vaginales, anales y orales, desde el principio hasta el final del la relación sexual es una de las formas más efectivas de prevenir la transmisión de la clamidia. Los preservativos de látex y los preservativos femeninos actúan como una barrera que impide el contacto con las bacterias responsables de la infección.

  2. Relaciones sexuales mutuamente monógamas:
    Mantener una relación sexual mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho un test de ITS y se sepa que no está infectada también reduce significativamente el riesgo de infección. Es importante que ambas partes se hagan pruebas regularmente para asegurarse de que no han contraído ninguna ITS.

  3. Pruebas regulares de ITS:
    Realizarse pruebas de forma regular de clamidia y otras ITS es fundamental, especialmente si tienes múltiples parejas sexuales. La detección temprana de la infección permite realizar un tratamiento rápidamente y evita así la propagación de la infección. 
    En nuestro post sobre síntomas de ITS tienes más detalles sobre cuándo se recomienda realizar pruebas de detección de ITS.

  4. Educación y conciencia:
    Conocer los síntomas de las ITS, las formas de transmisión y las medidas preventivas es esencial para mantener una buena salud sexual.

  5. Evitar el consumo de alcohol y drogas antes del sexo:
    El consumo de alcohol y drogas puede llevar a comportamientos sexuales de riesgo, como tener relaciones sexuales sin protección. Evitar estas sustancias antes de tener relaciones sexuales puede ayudar a tomar decisiones más seguras.

  6. Comunicación abierta con las parejas sexuales:
    Hablar abiertamente con tus parejas sexuales sobre las pruebas de ITS, las prácticas sexuales seguras y la historia de salud sexual es fundamental para prevenir malentendidos y reducir el riesgo de infecciones.

¿Qué más hacer tras el diagnóstico de la infección?

Tras recibir un diagnóstico de Clamidia, es importante tomar varias medidas adicionales para asegurar un manejo completo de la salud sexual. 

En primer lugar, es fundamental descartar la presencia de otras infecciones de transmisión sexual (ITS). La Clamidia a menudo coexiste con otras ITS, como la gonorrea, debido a patrones de transmisión similares. Por lo tanto, es recomendable realizar pruebas para un espectro más amplio de ITS, incluyendo VIH, sífilis, hepatitis B y C, y gonorrea. Este enfoque integral es crucial porque la presencia de una ITS puede aumentar el riesgo de contraer otras.

Además, una vez realizado un diagnóstico de Clamidia, es crucial informar a todas las parejas sexuales anteriores, de los últimos 6 meses. Esto no solo les permite hacerse un test para descartar la infección y buscar tratamiento lo más pronto posible si es necesario, sino que también ayuda a prevenir la propagación de la infección a otras personas.

También es aconsejable revisar y mejorar las prácticas de sexo seguro, incluyendo el uso regular de preservativos y la reducción del número de parejas sexuales si es pertinente. Estas prácticas no solo ayudan a prevenir la reinfección con Clamidia, sino que también reducen el riesgo de otras ITS.

Finalmente, es esencial realizar un seguimiento después del tratamiento para asegurarse de que la infección haya sido completamente erradicada. Esto puede incluir una prueba de confirmación aproximadamente tres meses después del tratamiento, especialmente si hay preocupaciones de adherencia al tratamiento (que no se haya completado el tratamiento correctamente) o riesgo de reinfección.

¿Hay que hacer tratamiento para la Clamidia si no hay ningún síntoma?

Llegados a este punto en el post, probablemente ya sepas la respuesta: sí, claramente sí. Aunque no haya ningún síntoma, siempre se debe hacer un tratamiento para eliminar la infección por Clamidia. Esto permite que no se transmita la infección a otras personas, y reduce el riesgo de aparición de complicaciones a medio – largo plazo.

¿Cómo te puede ayudar MejorOnline?

MejorOnline ofrece un servicio cómodo, rápido, seguro y confidencial para el tratamiento de la infección por Clamidia a través de consultas online. Sin necesidad de contacto cara a cara ni videollamada, puedes completar un formulario médico en cualquier momento y desde cualquier lugar. Nuestro equipo médico revisará tu información y, si no hay contraindicaciones, te enviará una receta electrónica a tu email en el plazo que nos indiques (24 horas, 3 horas o 20 minutos) para que puedas comprar tu tratamiento en la farmacia de España de tu elección. Además, puedes contactar con el equipo médico cuando lo desees para resolver cualquier duda que puedas tener acerca de tu consulta.

En conclusión, la Clamidia es una infección de transmisión sexual común pero manejable, que requiere una mayor conciencia y comprensión. A pesar de su capacidad para permanecer silenciosa y no detectada, la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones a largo plazo.

La educación sobre las prácticas de sexo seguro y la realización regular de pruebas de ITS son esenciales, especialmente para los jóvenes adultos, un grupo particularmente vulnerable. Recordemos que la comunicación abierta y la atención proactiva son nuestras mejores herramientas en la lucha contra la Clamidia y otras ITS. Al mantenernos informados y responsables, no solo protegemos nuestra salud, sino también la salud de nuestras parejas y comunidades. En un mundo donde la salud sexual sigue siendo un tema tabú para muchos, dar un paso adelante en la educación y prevención es un acto de cuidado y responsabilidad que todos debemos adoptar.

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