¿Qué es la Clamidia?
La clamidia es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Y como hemos dicho, es una ITS, y se transmite principalmente a través del contacto sexual. Es una de las ITS más comunes, especialmente entre los jóvenes sexualmente activos.
La clamidia se transmite de una persona a otra principalmente a través de:
Contacto sexual vaginal: Durante las relaciones sexuales vaginales sin protección con una persona infectada.
Contacto sexual anal: Durante las relaciones sexuales anales sin protección.
Contacto sexual oral: Aunque menos común, también puede transmitirse durante el sexo oral sin protección.
Juguetes sexuales: La clamidia también puede transmitirse a través del uso compartido de juguetes sexuales sin la debida limpieza o protección entre usos.
Clamidia en España
En España, la clamidia es una de las ITS más reportadas. Según el informe de vigilancia de infecciones de transmisión sexual del Ministerio de Sanidad, en 2022 se notificaron 26.518 casos, lo que representa un incremento significativo en comparación con años anteriores (en 2016 se notificaron 7.239 casos). Este aumento puede atribuirse tanto a una mayor incidencia de la infección como a una mejor detección y reporte de casos. Aunque la mayor parte de las infecciones en hombres se diagnostican entre los 25 y los 44 años (63,2% de las infecciones), casi 24% de las infecciones se diagnostican en menores de 25 años, y 13% de las infecciones se diagnostican en mayores de 45 años.
Síntomas de Clamidia en hombres
El primer punto a tener en cuenta, y es uno de los más importantes, es que con mucha frecuencia, la infección por clamidia en hombres no presenta síntomas. Esto, obviamente puede dificultar el diagnóstico temprano así como el tratamiento ya que muchas veces no se sospecha la infección.
Cuando aparecen síntomas, éstos pueden incluir:
Secreción anormal del pene: Un líquido claro o turbio que sale del pene por la uretra (orificio por el que salen la orina y el semen).
Dolor al orinar: Sensación de ardor o dolor durante la micción.
Dolor e inflamación en los testículos: Sensación de dolor o hinchazón en uno o ambos testículos, aunque es menos común.
Dolor rectal y secreción: En casos de transmisión anal, puede haber dolor, secreción o sangrado rectal.
Dolor de garganta: En casos de transmisión oral, puede causar dolor de garganta; aunque las infecciones faríngeas frecuentemente no dan síntomas.
Estos síntomas suelen aparecer de una a tres semanas después de la exposición a la bacteria Chlamydia trachomatis.
Es importante volver a recalcar que la ausencia de síntomas no significa que no haya infección. La clamidia puede causar daños a largo plazo, como infertilidad, si no se trata adecuadamente. Por eso, se recomienda realizar pruebas regularmente si se tiene una vida sexual activa.
Complicaciones de la Clamidia en Hombres
Si la clamidia no se trata adecuadamente, puede llevar a varias complicaciones graves en hombres. A continuación, se detallan algunas de las complicaciones más comunes:
Epididimitis
La epididimitis es una inflamación del epidídimo, el conducto por donde pasan los espermatozoides desde los testículos. Produce dolor e hinchazón en los testículos, fiebre y sensación de pesadez en la parte baja del abdomen. Si no se trata, puede causar infertilidad y dolor crónico.
Uretritis
Se trata de la inflamación de la uretra, el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo y se manifiesta por dolor o ardor al orinar, secreción anormal del pene. Si no se cura adecuadamente, puede conducir a estrechamiento de la uretra y problemas urinarios crónicos.
Proctitis
Es la inflamación del revestimiento del recto, común en hombres que tienen relaciones sexuales anales. Produce dolor rectal, secreción o sangrado, tenesmo (sensación de necesitar ir al baño de nuevo justo después de haber ido). Puede causar abscesos y fístulas rectales si no se trata.
Infertilidad
Además, la clamidia puede afectar la fertilidad masculina si la infección se disemina y no se trata. Esto ocurre principalmente debido a la epididimitis y la inflamación crónica del tracto reproductivo: se reduce la producción y calidad de los espermatozoides.
Artritis Reactiva
También conocida como síndrome de Reiter, es una condición en la que la infección causa inflamación en las articulaciones. Aparecen dolor e hinchazón en las articulaciones, especialmente en las rodillas, tobillos y pies. También puede incluir inflamación de los ojos y uretritis. Puede llevar a dolor crónico y daño articular a largo plazo.
Diagnóstico de Clamidia en hombres
El diagnóstico de la clamidia en hombres es un proceso sencillo que se puede hacer de diferentes maneras. La prueba más común es la de orina, donde simplemente debes orinar en un recipiente especial que te dará el médico. Esta muestra se analiza para detectar la presencia de la bacteria que causa la clamidia.
Otra forma de diagnóstico es tomar una muestra con un hisopo. Un hisopo es un pequeño bastoncillo con una punta de algodón que se usa para recoger muestras de fluidos. Se usa por ejemplo para el diagnóstico de la clamidia en la faringe, frotando suavemente el hisopo en la garganta; o en el recto, tomando una muestra al frotar el hisopo en el recto.
El método de laboratorio más sensible y específico para detectar la clamidia es una prueba que se llama amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) y se puede realizar tanto en las pruebas de orina como en los hisopos de los que hemos hablado. Los resultados suelen ser rápidos y muy fiables.
Cuándo hacerse la prueba de Clamidia
Si tienes síntomas, como secreción del pene, dolor al orinar, o dolor en los testículos, deberías hacerte una prueba diagnóstica de Clamidia y de todas las demás ITS (siempre que se sospecha una ITS conviene hacerse un test que revise todas las ITS).
También deberías hacerte un test de Clamidia después de tener relaciones sexuales sin protección, especialmente si tienes una nueva pareja o varias parejas.
Además, si tu pareja tiene clamidia, es importante que te hagas la prueba.
Y finalmente, si vas a hacerte la prueba para comprobar que la infección ha desaparecido después de realizar un tratamiento, es importante que dejes pasar al menos 6 semanas si no tienes síntomas, para que los resultados sean fiables.
Periodo ventana para la Clamidia
El periodo ventana para la clamidia es el tiempo que transcurre desde que una persona se infecta hasta que la infección puede ser detectada por pruebas diagnósticas. Para la clamidia, este periodo de ventana generalmente es de 1 a 3 semanas después de la exposición. Si te haces el test demasiado pronto, es posible que no detecte la infección aunque verdaderamente, sí la tengas.
Tratamiento de Clamidia en hombres
El tratamiento de la clamidia en hombres es sencillo y efectivo si se detecta a tiempo. Consiste principalmente en el uso de antibióticos para eliminar la infección.
Aunque hasta hace unos años las guías clínicas recomendaban usar Azitromicina en dosis única o Doxiciclina durante 7 días, desde 2018 se recomienda usar el tratamiento con Doxiciclina como primera opción, y no ya la azitromicina, debido al aumento de resistencias a la azitromicina de otras bacterias que frecuentemente aparecen a la vez que la clamidia.
Por lo tanto, actualmente el tratamiento de elección de la infección no complicada por clamidia tanto si es genital, como faríngea o rectal es con Doxiciclina durante 7 días, tomada 2 veces al día.
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¿Cómo prevenir una infección por Clamidia?
Existen estrategias de prevención de la infección por clamidia que han demostrado ser efectivas para evitar la transmisión de esta infección:
Uso de preservativos
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Preservativos de látex: Usar preservativos de látex durante las relaciones sexuales vaginales, anales y orales puede reducir significativamente el riesgo de transmisión de la clamidia.
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Preservativos femeninos: También son una opción para las mujeres que desean una protección adicional.
Pruebas regulares
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Pruebas frecuentes: Realizarse pruebas de ITS regularmente, especialmente si se tiene una vida sexual activa con múltiples parejas. Esto ayuda a detectar y tratar la clamidia a tiempo, evitando complicaciones y la propagación de la infección.
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Pruebas en parejas: Es recomendable que ambas partes de la pareja se hagan pruebas antes de comenzar una relación sexual.
Uso adecuado de juguetes sexuales
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Limpieza adecuada: Limpiar los juguetes sexuales después de cada uso con agua y jabón, y seguir las instrucciones del fabricante para una desinfección adecuada.
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Uso de preservativos: Si se comparten juguetes sexuales, usar un preservativo nuevo para cada persona que lo use.
Evitar el contacto sexual durante el tratamiento
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Abstinencia temporal: Si tú o tu pareja estáis siendo tratados de una infección por clamidia, es importante evitar cualquier tipo de contacto sexual hasta que ambos hayáis completado el tratamiento.
Comunicación y educación
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Hablar abiertamente: Mantener una comunicación abierta con tu pareja sobre las ITS y las pruebas realizadas puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre la protección.
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Educación sexual: Informarse sobre la clamidia y otras ITS es fundamental para la prevención.
Abstinencia y monogamia
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Abstinencia: La única manera de prevenir completamente las ITS es la abstinencia de todas las formas de contacto sexual.
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Relaciones monógamas: Tener relaciones sexuales exclusivamente con una pareja que haya dado negativo en las pruebas de ITS también reduce significativamente el riesgo de infección.
Linfogranuloma venéreo
Y por último, quiero añadir una pequeña nota sobre el linfogranuloma venéreo (LGV), ya que, aunque no es el tema principal de este post, sí está relacionado porque es una infección causada por cepas específicas de Chlamydia trachomatis. Concretamente, el LGV está causado por las cepas L1, L2 y L3. A diferencia de la infección por clamidia de la que hemos hablado hasta ahora (causadas por las cepas D-K), el LGV se caracteriza por causar infecciones más profundas en los tejidos linfáticos.
El LGV puede causar úlceras genitales dolorosas, inflamación y dolor en los ganglios linfáticos de la región inguinal, y proctitis (inflamación del recto) en casos de transmisión anal.
El LGV tiende a ser más invasivo y causar complicaciones más severas que la clamidia genital típica.
El LGV ha resurgido en los últimos años, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), y se transmite a través del contacto sexual sin protección, tanto anal como genital. La detección y tratamiento del LGV es similar al de la clamidia, utilizando antibióticos específicos para erradicar la infección, aunque habitualmente en mayor duración. Además, es necesario un seguimiento estrecho para valorar la evolución de la infección y su resolución completa.
